Al ofrecer este libro al lector, el autor quiso destacar que pasó seis años y medio en Nueva York como corresponsal de "Izvestia" y durante este tiempo viajó extensamente por todo Estados Unidos. Estos años fueron significativos para el autor, pero no los consideró una panacea. Lo que importa no es la cantidad de años vividos, sino la comprensión que aportan. Desde los primeros días en Nueva York quedó claro que en esta ciudad y país a un periodista nunca le faltarían eventos y noticias sensacionales. Para comprender esto, no es necesario cruzar el océano; basta con leer casi cualquier periódico de la mañana o de la tarde. ¿Quién no sabe que Estados Unidos es el líder mundial en sensacionalismo? Las sensaciones, como relámpagos, atraviesan la oscuridad, iluminando los aspectos ocultos de la vida estadounidense. Pero, ¿de dónde vienen las tormentas que a veces asustan al resto del mundo? Se originan en los rincones tranquilos de Estados Unidos, entre estadounidenses tranquilos. En el sistema social del país, donde las personas luchan entre sí: grupos, clases, razas. Estas luchas se desarrollan en la encrucijada de Estados Unidos, donde chocan el bien y el mal, la honestidad y el egoísmo, la grandeza y la mezquindad.